Concierto de Año Nuevo
Cierro los ojos.
Apago mi «computadora».
Dejo de seguir mis pensamiento (si aparecen, los acepto compasivamente, pero ya no los sigo ni desarrollo, al contrario, los dejo ir…)
Me abandono a la experiencia de escuchar la música.
Hay dos formas de atención plena o meditación escuchando música: atender a la música o atender a las sensaciones que producen en mi cuerpo.
Escojo una de ellas y me abandono a escuchar el concierto con plena atención.
Feliz concierto! 🙂