En una ocasión, unos discípulos preguntaron a su Maestro:

– Maestro, ¿cuál es la clave para alcanzar su sabiduría e iluminación?

El Maestro respondió diciendo:

 – Bueno, yo por las mañanas, me ducho, desayuno, paseo, leo, …

Uno de los discípulos le interrumpió diciendo:

– Disculpe Maestro, pero eso también lo hacemos nosotros y no por ello alcanzamos la sabiduría.

– No -le respondió el Maestro- Ustedes cuando se duchan, están pensando en todo lo que tienen que hacer antes de salir de casa, lo que les espera en el trabajo, lo que hicieron la noche anterior, o la conversación o desencuentro que tienen pendiente con alguien; cuando desayunan, no son conscientes de lo que comen, del regalo que significa, ni de lo que les aporta, simplemente engullen algo rápido, para poder seguir haciendo más y más cosas; y el paseo es para Ustedes un interludio hasta llegar al trabajo, a toda prisa.

Yo, cuando me ducho, me ducho (y siento el agua resbalando por mi cuerpo, su temperatura, los sonidos que llegan a mí, los aromas…), cuando desayuno, desayuno (y recibo agradecido los alimentos como un regalo del Universo en mi plato, los saboreo percibiendo todos sus sabores, aromas, texturas…) y cuando paseo, paseo (percibiendo cómo la planta de mis pies camina sobre el regalo que es la Tierra)

«Todos los días, en cada uno de los momentos,

estamos inmersos en un milagro

que ni siquiera reconocemos»

~ Thich Nhat Hanh ~